A lo largo de la Historia han existido pensamientos ideológicos cuyo objetivo era construir sistemas políticos, económicos y sociales lo más democrático y equitativos posibles. Sin embargo, hoy en día nuestras sociedades conviven con oligarquías, dictaduras y, por supuesto, a nivel económico, con grandes monopolios que acaparan los mercados.
No obstante, ante la acumulación de cualquier tipo de poder siempre existen alternativas que no coinciden con el orden establecido. Por eso, la aparición del modelo peer to peer de la energía intenta ser una muy buena opción ante la omnipresencia de las grandes distribuidoras eléctricas.
Qué son los mercados peer-to-peer
Los mercados de energía P2P (peer-to-peer o de igual a igual) son plataformas que permiten a los participantes comprar y vender directamente entre sí, sin la necesidad de intermediarios.
Por lo tanto, en los mercados de energía peer-to-peer es la comercialización de energía entre partes iguales de forma segura, transparente y sin los intermediarios tradicionales como son las compañías eléctricas.
De la autogestión a el cooperativismo
También conocidos como comunidades energéticas, tienen entidad jurídica y están formados por socios que, de manera conjunta, generan, consumen, almacenan, comparten y venden energía renovable. Su principal objetivo es ofrecer beneficios ambientales, económicos y sociales a sus miembros y al entorno, priorizando estos aspectos sobre la rentabilidad financiera.
A nivel cotidiano, por ejemplo, se traduce en la obtención de un ahorro en la factura de la luz, ya que no hay necesidad de estar sujeto a las diferentes variaciones de los mercados internacionales o a las decisiones tomadas por cualquier agente ajeno a estos problemas de la comunidad.
Además, una comunidad energética no solamente se limita al ahorro en el recibo de la luz con la instalación fotovoltaica sino que también intenta reducir el consumo energético de otros elementos como la calefacción, los procesos industriales, el agua caliente, etc., de manera que se invierte en proyectos que permitan conseguir beneficios no solo económicos sino medioambientales o sociales.
Así pues, la definición de comunidad energética engloba dos conceptos:
- Comunidad de energías renovables. Enfocada a cualquier proyecto comunitario energético que implique el uso de fuentes renovables como la eólica o la fotovoltaica.
- Comunidad ciudadana de energía. Está pensada para abarcar cualquier proyecto del sector eléctrico destinado a sus miembros, incluyendo distribución, suministro, consumo, agregación, almacenamiento y prestación de servicios energéticos (como renovación de edificios) o servicios de recarga para vehículos eléctricos.
De consumidores a prosumidores
Las comunidades energéticas se han convertido en una alternativa para generar energía renovable sin depender de las grandes distribuidoras. De hecho, en los mercados peer-to-peer no existen consumidores, sino prosumidores.
¿Qué es un prosumidor?
Si combinamos las palabras productor y consumidor el resultado es el prosumidor energético, aquel cliente que produce, consume, almacena y vende su propia energía eléctrica.
Tipos de prosumidores
Prosumidores Residenciales
Vendrían a ser las personas particulares que producen, consumen y venden la energía excedente que ha sido generada por sistemas de paneles solares instalados en sus tejados
Prosumidores Comerciales
Hacen referencia a las pymes, pequeñas y medianas empresas como industrias, centros comerciales, almacenes, edificios de oficinas que producen y venden el exceso de energía generado.
Prosumidores Comunitarios/Cooperativas
Se refiere a las comunidades de vecinos, barrios, condominios, asociaciones de vecinos, fundaciones, organizaciones benéficas y/o cooperativas sin fines comerciales que producen, consumen y venden energía.
Prosumidores Públicos
Organismos e instituciones públicas como por ejemplo, hospitales, escuelas, etc. que trabajan bajo este mismo modelo de producción y consumo energético.
¿Cómo funciona el modelo ‘peer to peer’ de la energía?
Como hemos comentado anteriormente, a diferencia de los modelos tradicionales, cuando nos referimos a este tipo de comunidades energéticas tenemos que tener en cuenta que con “peer to peer” nos referimos a un sistema descentralizado que no depende de una autoridad central para operar.
De ese modo, se crean micro redes que generan energía a través de pequeñas fuentes de generación y están instaladas cerca de los prosumidores. Estas redes se basan en energías renovables y en sistemas avanzados de automatización y control.
Cabe destacar que dichas redes funcionan de manera integrada e inteligente, respaldando las acciones de los usuarios que estén registrados en ellas.
En otras palabras, la tecnología utilizada permite que las redes operen de manera eficiente y coordinada para satisfacer las necesidades de los participantes registrados, facilitando la generación y consumo de energía de manera sostenible y descentralizada.
Ventajas de los mercados energéticos peer-to-peer
- Eficiencia energética: Facilita el uso eficiente de la energía al permitir la venta y compra de excedentes.
- Abandono de las energías fósiles y reducción de la huella de carbono local.
- Aumenta el consumo de energías renovables: Las comunidades energéticas fomentan la participación de productores de energía renovable y promueven un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
- Flexibilidad contractual: Se puede negociar directamente los términos del intercambio, incluyendo precios y duración del contrato.
- Reducción de costes: Al ser un sistema peer-to-peer, los intermediarios desaparecen. Por lo tanto, los costes se reducen y, por ejemplo, se pueden reflejar en tarifas energéticas más bajas.
- Creación de herramientas para luchar contra la pobreza energética: Las comunidades energéticas pueden favorecer precios más bajos para los vecinos con menos recursos.
- Se refuerzan los lazos de la comunidad.
- Democratización del sistema. La redistribución de los beneficios se revierten en su mayoría en la comunidad local.
Desafíos de los mercados energéticos peer-to-peer
El crecimiento de las comunidades energéticas en España hoy por hoy aún es lento. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) en nuestro país existen unas 50 comunidades energéticas mientras que en países como Alemania y Dinamarca cuentan con centenares.
A nivel europeo, las comunidades energéticas han sido reconocidas legalmente dentro del Clean energy for all Europeans package, la reforma de la Directiva Europea sobre las normas comunes para el mercado interior de la electricidad de 2019 y la revisión de la Directiva Europea de Energías Renovables de 2018. A nivel nacional, Alemania, Dinamarca, Francia, Polonia y Reino Unido reconocen las comunidades energéticas en sus legislaciones.
Sin embargo, en España, la falta de una hoja de ruta regulatoria clara puede dificultar su crecimiento. Aunque el Gobierno presentó un proyecto de real decreto (RD) de comunidades energéticas el pasado mes de abril, aún queda un largo camino por recorrer para que este tipo de mercado energético alcance su máximo potencial.