¿Sabías que la media anual de huella de carbono que genera cada habitante del planeta es de 4 toneladas? Las emisiones de gases invernadero, entre los que destaca el C02 o dióxido de carbono, son una de las principales preocupaciones medioambientales. Y la huella de carbono es una de las formas de estimar nuestro impacto individual dentro de la crisis climática que estamos viviendo.
La manera de revertir la situación o reducir este impacto medioambiental empieza, sobre todo, en casa. ¿Cómo podemos transformarla en un hogar más sostenible y eficiente? El uso de energías renovables, la gestión del agua o la elección de materiales naturales son algunas de las soluciones más efectivas, pero del mismo modo es necesario abordar un cambio de hábitos y costumbres también en el ámbito doméstico.
Estas son las 5 claves principales para una casa mucho más eficiente y sostenible:
1. Eficiencia energética: maximizar el rendimiento con el menor consumo de energía
Sí, existen métodos para reducir la energía que consumimos consiguiendo el mismo rendimiento o incluso mayor. Y no solo permiten disminuir nuestro impacto medioambiental, sino también el importe de las facturas.
Uso de LED
Siguiendo con datos curiosos: ¿Sabías que el 90% de la energía utilizada por las bombillas tradicionales se desperdicia en calor? Esto ocurre porque, para que la bombilla incandescente emita luz, es necesario calentar a una altísima temperatura el pequeño filamento de tungsteno. Así que solo un 10% de su consumo total es el que se transforma en luz.
Las bombillas LED, por el contrario, pueden llegar a transformar incluso más del 80% de la energía consumida solo en luz visible, dependiendo del modelo. Además, tienen una vida más larga que las bombillas tradicionales o las bombillas fluorescentes compactas (CFL).
Aislamientos
asegúrate de tener un buen aislamiento en paredes, techos y suelos para reducir la pérdida de calor en invierno y mantener la frescura en verano. Si vas a construir una vivienda o renovarla, invertir en buenos aislantes te permitirá un ahorro energético considerable a medio-largo plazo.
Cambia tus electrodomésticos por modelos eficientes
Para tener una casa más sostenible, cambia tus electrodomésticos por modelos que sean eficientes. ¿Cómo elegirlos? Para determinar si una lavadora, nevera o lavavajillas es eficiente, sigue estos pasos:
- Verifica que dispone de etiqueta de eficiencia energética. Esta suele clasificar los electrodomésticos en una escala de la A a la G, siendo A la más eficiente.
- Infórmate sobre el consumo de energía del electrodoméstico y compáralo con otros modelos similares. Esta información se encuentra en la documentación del fabricante o las especificaciones del producto.
- Los electrodomésticos que cumplen con los dos puntos anteriores y utilizan tecnologías avanzadas, mejoran esta eficiencia energética pues incluyen características como iluminación LED, modo de ahorro de energía o sensor de carga, entre otros.
2. Energías renovables: para una transición energética con recursos inagotables
Las energías renovables son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales como el sol, el viento, el agua o el propio calor interno de la Tierra. Estas producen, respectivamente, la energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, siendo las más habituales. Se trata de recursos naturales inagotables que, además, generan bajas emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
Este tipo de energías son una alternativa a los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas natural que, según las Naciones Unidas, comprenden el 80% de la demanda de energía primaria en el mundo. Estos combustibles fósiles son contaminantes, emiten gases de efecto invernadero (principales causantes del cambio climático), son finitos y tienen un grave impacto en la salud humana.
¿Cómo incorporar las energías renovables en casa?
- Mediante la instalación de paneles solares. Son los reyes indiscutibles cuando hablamos de energías limpias. Generan electricidad a partir de la energía solar. Su rendimiento y ahorro energético dependen de varios factores, como son la ubicación geográfica de la vivienda, el tamaño de los paneles, su eficiencia, su orientación o inclinación y también los patrones de consumo de cada habitante o familia.
- Elige una calefacción por biomasa: este sistema utiliza materiales orgánicos, como pellets de madera, astillas de madera, cáscaras de nuez, huesos de aceituna o residuos agrícolas, como fuente de combustible para generar calor. Utiliza, pues, energía renovable, ecológica y autóctona.
- Instala aerogeneradores: estos dispositivos aprovechan la energía cinética del viento para generar electricidad. En el ámbito doméstico, los aerogeneradores son una excelente opción para complementar la energía solar y la calefacción por biomasa, especialmente en áreas con buenos recursos eólicos. No solo ahorrarás en la factura de electricidad, sino que tu casa será mucho más autosuficiente energéticamente y con energía limpia.
- O considera el uso de una bomba de calor geotérmica para la calefacción y refrigeración de tu hogar. Con un coste inicial más elevado que la instalación de calefacción por biomasa, esta aprovecha la temperatura constante del subsuelo para transferir calor entre la tierra y un edificio.
3. Gestión del agua: fluye hacia nuevas formas de ahorro, sostenibilidad y responsabilidad
La sequía provocada por la escasez prolongada de precipitaciones tiene un impacto devastador en la disponibilidad de recursos hídricos, afectando sobre todo a la producción agrícola, aumentando el riesgo de incendios o comprometiendo la salud de los ecosistemas acuáticos. Además de las medidas gubernamentales es necesario tomar conciencia y buscar las formas de ahorrar agua en casa, comprometiéndonos con una gestión responsable que, además, permitirá un ahorro en la factura.
- Reducir el consumo de agua: duchas más cortas, instalar dispositivos de bajo flujo en grifos, elegir plantas que se adapten al clima o no requieran riego excesivo son algunas de las medidas básicas.
- Si es posible, implementar sistemas de recolección de agua de lluvia para su reutilización en el riego de jardines o para usos no potables.
4. Materiales sostenibles: busca lo más natural
La elección de materiales sostenibles para la construcción de viviendas es fundamental para reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad a largo plazo. Más allá de la arquitectura bioclimática, estos son algunos materiales considerados más sostenibles que pueden utilizarse en cualquier hogar:
- Madera certificada: es aquella que proviene de bosques gestionados de forma sostenible y certificada por las organizaciones como el Forest Stewardship Council (FSC). La madera es un material natural con una huella de carbono baja en comparación con otros materiales de construcción.
- Bambú: es una alternativa mucho más sostenible a la madera, ya que es una planta de rápido crecimiento. Pese a su aparente fragilidad, es un material muy resistente y versátil.
- Lana de oveja, corcho y cáñamo como aislantes: se trata de materiales naturales que proporcionan un aislamiento sostenible y muy efectivo, reduciendo la dependencia de otros materiales menos amigables con el medioambiente. El corcho, además, puede usarse también para revestimientos de suelos, paredes o techos.
5. Tecnología inteligente: ciencia e investigación al servicio de la sostenibilidad
Si bien es cierto que algunos avances tecnológicos están planteando desafíos como la dependencia, el abuso o la adicción, algo muy presente en la sociedad actual, no todos los desarrollos tienen este impacto negativo. La clave radica en una adopción consciente y equilibrada de la tecnología inteligente, aprovechando sus beneficios. En este caso, nos referimos a aquella que proponen soluciones para una casa más sostenible. Algunos ejemplos son:
- Sistemas de iluminación inteligente para optimizar el consumo de energía. Ajustan automáticamente la intensidad de la luz en función de la presencia de personas y las condiciones de la luz natural.
- Termostatos inteligentes: son capaces de aprender patrones de uso y ajustan la temperatura de casa de manera eficiente. Además, permiten la programación remota de la calefacción y el aire acondicionado.
- Sensores de agua: estos sensores monitorean el consumo de agua y detectan posibles fugas. Algunos sistemas de domótica son incluso capaces de cerrar automáticamente las válvulas en caso de fuga.
- Electrodomésticos conectados y eficientes, que puedan programarse para operar en horarios de menor demanda energética.
- Sistemas de riego inteligente: estos se basan en datos meteorológicos para ajustar la frecuencia y duración del riego de manera automática. De este modo se evita el desperdicio de agua y promueve la eficiencia en el uso de recursos hídricos.
Al incorporar estas prácticas y recursos a nuestra vida diaria, no solo logramos una casa más eficiente y un ahorro energético, sino que tomamos conciencia de la responsabilidad colectiva hacia un futuro más sostenible para todos. Implementando estos consejos como la apuesta por la eficiencia energética o el uso de energías renovables también contribuímos a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas en su plan de acción Agenda 2030 a nivel mundial. En concreto al objetivo número 7: Energía asequible y no contaminante. Y, más concretamente, a los siguientes tres puntos:
“7.2. De aquí a 2030 aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.»
“7.3. De aquí a 2030 duplicar la tasa de eficiencia energética.”
“7.12. Producción y consumo responsables.»
Unos objetivos que deberíamos impulsar de manera colectiva, pero también individual, empezando por una casa más sostenible y eficiente. En Energía3 ponemos a tu disposición un equipo de ingenieros y expertos para ayudarte en el proceso: desde la asesoría y consultoría energética hasta la instalación de placas solares, calderas de biomasa y otras formas de energía renovable.
Si sientes curiosidad y quieres tomar conciencia, te invitamos a descubrir tu impacto medioambiental en esta calculadora de la ONU para medir la huella de carbono.